Arquitectos VOGAR (Erik Herrera)
+ BAAS (Jordi Badia)
Cliente Colonya Caixa Pollença
Superficie 3.000 m²
Lugar Pollença
Año 2020 – en curso
Categoría Administrativo / Cultural / Patrimonio
Premios 1r premio Concurso ideas

Can Morató, patrimonio cultural de Pollença y parte de la memoria colectiva del lugar, se encuentra en un estado de «runa estructural».

Este valor histórico del edificio, reconocido en su catalogación patrimonial, y su voluntad de conservación por parte del promotor, obliga a consolidar la estructura y fachadas de todo el conjunto para evitar su desaparición, independientemente de la superficie necesaria que defina el programa. Éste es un punto de partida práctico y conceptual que inevitablemente condiciona la propuesta.

CRÁCTER

Una vez consolidado constructiva y estructuralmente el conjunto, ocupar parcialmente su superficie lleva inevitablemente a una reflexión sobre el carácter que debe tener el espacio vacío sobrante. De las muchas opciones posibles, optamos por integrar estos vacíos en el conjunto como espacios entre espacios. Parece lógico aprovechar su consolidación para que, sin incrementar los recursos destinados, estos espacios formen parte del edificio y ayuden a definir Can Morató como un edificio en torno a un patio. Estos espacios intermedios permitirán además las posibles ampliaciones que surjan en un futuro. Colocados entre diferentes partes del programa, estos espacios permitirán la ampliación escalonada de los diferentes usos y la implementación de nuevos y mientras no se ocupen quedarán integrados en el edificio ofreciendo mayor riqueza y complejidad al resto de espacios.

UN EDIFICIO CON MEMORIA

La propuesta no quiere devolver el edificio a un momento puntual de un tiempo pasado ni pretende tampoco implantar una pieza actual que pueda leerse como consecuencia lineal en el tiempo. Por el contrario, quiere reconocer los momentos por los que ha pasado el edificio en el tiempo y utilizar todas estas capas para construir una arquitectura que respete los valores que en algún momento ha tenido, generando así, un edificio con memoria, que inevitablemente es selectiva.

OCUPACIÓN CON LOS
NUEVOS USOS

Los espacios vacíos de Can Morató La arquitectura gira alrededor del uso que hace de los diferentes vacíos que lo rodean: la plaza que se genera en la entrada y que reconoce el carácter representativo del edificio, el jardín frondoso que lo separa del torrente, la potenciación del vacío central que es el patio alrededor del cual se formaliza el edificio, los porches intermedios, que conectan el patio y los vacíos perimetrales y transportan los espacios exteriores en el interior de las naves y el jardín cerrado a la nave que cierra el patio en el oeste que funde vegetación y arquitectura en una sola cosa.

EL EDIFICIO COMO ATLAS

Una superposición de capas de estados pasados y presentes, que se mezclan, se interrumpen y se complementan. Capas de fragmentos de memoria, imágenes pasadas y deseos futuros. Todo se conecta con omisiones y saltos, y toma una forma inevitablemente inacabada para ser siempre incompleta, como uno ser vivo que al crecer irá cambiando su aspecto en el tiempo. Los vacíos que incluye el edificio permiten ser interpretados, llenados y manipulados, en el contrario del que pasa con el que está demasiado materializado y definido.
Para que un edificio vuelva a recobrar la vida, y evitar así convertirse en un objeto inerte, tiene que permitir una evolución constante, y así seguir acumulando capas y más capas de vida.

UNA FÁBRICA DE ALFOMBRAS

Can Morató fue una fábrica de alfombras. Es importante que parte de esta memoria histórica ligada a la industria textil ya los dibujos geométricos particulares de estos elementos tan domésticos perviva en el sitio, construyendo el alma del edificio. Las alfombras fabricadas en la antigua fábrica de Can Morató, cubrirán algunos pavimentos y paredes, religando el nuevo uso con el original y recordando el motivo por el que se construyó el edificio y la gente que lo ocupó durante décadas.
Una de las alfombras que hemos encontrado en la casa de la familia Morató, y dibujos originales, nos ha fascinado por la finura y calidad de su dibujo, que proponemos reproducir en algunos de los pavimentos de hormigón del edificio.
Los nuevos pavimentos de hormigón se grabarán generando un relieve, que después se rellenará con un hormigón de un tono diferente para generar una interpretación del motivo original de uno de los diseños históricos de Can Morató, pulido en continuidad conjuntamente.